NEWSLETTER AÑO 4 NÚMERO 28 NOVIEMBRE 2010
“Chile, Cobre y Mineral”: Reflexiones sobre la Minería, a propósito de la saga del rescate de los mineros en Copiapó

La cobertura mediática extensa que ha tenido el rescate de los mineros atrapados en profundidad, tras el sismo y derrumbe de hace unos meses, trajo a recuerdo las estrofas de la canción de Cesar Isella que hiciera famosa Mercedes Sosa hace unos años. Chile tiene hace años una identificación desde las entrañas con la minería, al igual que otros pueblos andinos como Perú o Colombia. Se encuentra en su ADN cultural, al igual que la agricultura o la ganadería entre nosotros o los uruguayos. El “No a la Minería”, tan frecuente entre muchos argentinos cuya vida cotidiana pasa lejos de la cordillera y sus yacimientos en parajes desiertos, sería algo impensable e inimaginable en Chile o en Peru.

Con esto no se quiere soslayar la existencia de una legítima preocupación con las consecuencias de una minería irresponsable y desaprensiva, como la que han expresado algunos peruanos, preocupados por los efectos negativos luego de convivir durante años con una actividad extractiva llevada a cabo de manera desaprensiva. Indudablemente, el accidente pondrá bajo la lupa a las prácticas de laboreo y protocolos de seguridad en la minería chilena, como ejercicio sano de aprendizaje desde los errores cometidos y con el fin de construir una industria mejor hacia el futuro.

De hecho, a juzgar por los comentarios editoriales en la mayoría de los periódicos de la última semana, hay un claro reconocimiento de la capacidad de trabajo y articulación de las autoridades chilenas en aras a solucionar el problema, mirando en forma constructiva hacia el futuro. El Presidente Piñera, en su conferencia de prensa pronunciada al rescatarse el último minero, fue claro en este sentido: El accidente sirvió para aunar los esfuerzos de todos, autoridades, empresas, fuerzas de seguridad y sectores tecnológicos en la solución inmediata del problema presentado. También y sin perjuicio de las responsabilidades detectadas en quienes debían velar por la seguridad de los operarios y las condiciones de funcionamiento del socavón, el accidente serviría para una reevaluación de las condiciones de seguridad e higiene en todo el sector de la minería en su conjunto. En otras palabras, sin desconocer la necesidad de identificar responsabilidades y en su caso imponer sanciones, se mira hacia delante, por la positiva, y en aras de mejorar las condiciones de gestión, seguridad y ambiente.

En lo personal, el mensaje del país hermano me llena de optimismo, pensando en la construcción de un futuro más sustentable, con un desarrollo en condiciones de equidad. ¿Qué mejor que una tribulación semejante a la que vivieron los mineros en Copiapó, sirva para encarar un profundo proceso de mejoramiento en las condiciones de seguridad e higiene en una actividad tan riesgosa como es la minería? En general los países que progresan cometen errores y aprenden de ellos para el futuro. Así paso en Reino Unido, luego del desastre del Piper Alpha en la década del 80, o, más atrás en el tiempo, Italia, luego del desastre de Seveso.

De este lado de Cordillera, la experiencia es más mezclada y ambigua. Luego del desastre de la República de Cromagnon, hubo el ya clásico pedido de “juicio y castigo a los culpables”. ¿Cuánto habremos cambiado a fondo y en serio el sistema de control y habilitación de las actividades nocturnas? También tuvimos nuestro desastre minero en Río Turbio ¿Cuánto se aprendió y mejoró de esa amarga lección? Verdaderamente no quisiera arriesgar una conclusión respecto de lo que asimilamos de estos dos ejemplos y cuanto realmente se cambió en serio y de mirada hacia el futuro. Ojalá que nosotros podamos comenzar a transitar el camino de las mejoras, por la positiva, aprendiendo de los errores pasados con la humildad y autocrítica del caso. El ejemplo de Chile es aleccionador.

Volver
Reiteramos nuestra invitación a hacernos llegar sus comentarios y aportes, enviándonos un correo electrónico a info@estudiowalsh.com.ar

Cordiales saludos

Juan Rodrigo Walsh
Maipú 645 2º Cuerpo, PB. Depto 2 - info@estudiowalsh.com.ar
Tel/Fax: (+54 11) 4326-3248 / 4394-8844 / 4322-7048
CONTÁCTENOS