Pesca y Sustentabilidad en Argentina: ¿Se tendrá en cuenta la Ley General del Ambiente?

La actividad pesquera tiene ciclos de crisis con una recurrencia bastante periódica en nuestro país. A mediados de 2000, durante la gestión de la Alianza, la flota de Mar del Plata hizo una navegación de protesta rumbo a Buenos Aires, a raíz de las restricciones impuestas para proteger la merluza. Se negoció, como tantas veces se hace en el país, buscando armonizar el resguardo de las fuentes de trabajo y la actividad económica, en detrimento de la recuperación del recurso. En otras palabras, se hizo todo lo contrario de lo que requiere el mandato del desarrollo sustentable, de no perjudicar  a las generaciones futuras.

Hoy nuevamente se plantea un escenario de crisis con una importante merma en el stock de especies que consume el mercado argentino o que se exporta al mundo. En este número, acompañamos dos trabajos de fuentes bien dispares como son “The Economist”, una prestigiosa publicación británica, y de la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), una ONG nacional con una larga trayectoria en la conservación de la naturaleza.  Ambos coinciden en destacar que a esta situación se arriba como consecuencia de una política pesquera errática e inconsistente, impulsado mas por los intereses estrechos de sectores específicos, que por una legítima vocación del interés general.

Los recursos pesqueros integran el acervo de recursos naturales que es patrimonio común de los argentinos, presentes y futuros. Entendemos que la obligación de preservarlos surge con claridad del artículo 41 de la Carta Magna y su manejo debería seguir los lineamientos y los principios establecidos en la Ley General del Ambiente. Desde que la Política Ambiental ocupa un lugar clave en las prioridades de largo plazo, conforme surge de la Declaración de Gualeguaychú, llevada a cabo por el Presidente de la Nación junto a los gobernadores de provincia en junio de 1006 en Entre Ríos, creemos que el manejo sustentable de la pesca debe ocupar un lugar prioritario en la acción del Estado. Todas las ciudades costeras del litoral atlántico, desde San Clemente del Tuyú hasta Ushuaia, además de las generaciones futuras, estarán agradecidas por una política de manejo sensato del recurso y con controles efectivos.

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Cordiales saludos

Juan Rodrigo Walsh